Anclada a tus clavículas, a tus besos, a mis versos, a los lunares de tu espalda. La historia interminable, la cura de mis fatalidades donde quise visitar todos los mares que habían entre tus piernas.
Allá por estas fechas tú y yo pasábamos tiempo juntos. Compartíamos risas, arena, olas de mar, sábanas e incluso hasta la hamburguesa del Goiko.
Infinitas fueron las veces que medí tu muñeca con mis dedos intentando buscar el diámetro exacto en el que poder poder dejar mi huella. Infinitas fueron las veces que busqué tus ojos en la multitud de cualquier lugar, como quien busca la luz del faro en el reflejo del agua del mar. Infinitas fueron las noches que te extrañé, que...
La I de tu apellido no es de Izquierdo, es de Increíble. Gracias por todo, de verdad. Te deseo lo mejor del mundo. Te quiero.
Yo te quiero y, inexplicablemente, soy capaz de perdonártelo todo. Quizá es una locura, pero no puedo imaginarme un amanecer sin tu olor en las sábanas de mi cama, sin ese lado derecho ocupado, sin un desayuno casi a la hora de comer.
No puedo imaginarme muchas cosas desde que comparto mi vida contigo y me siento tan...
Doy gracias porque estás aquí, porque te tengo y porque no desapareces. Doy gracias porque en ocasiones eres ese pulmón que me falta, esa vida que parece que se agota, ese aliento.
Sóc músic de carrer i del teu pas sóc titellaire des que et vaig conéixer. Sóc músic de carrer i deixe l'alegria a l'aire però no sols per a quan vuigues parar el temps, sino també per quan vuigues tornar a recórrer carreteres amb mi com a copilot o de tornada cap a casa després d'una vesprada al passeig de l'Alameda. ...
Me había prometido no volver a escribirte, pero ya ves, cosas del amor. Una rompe todas sus promesas y vuelve al lugar donde un día fue feliz, como ya apuntaba Beret.
Era noche de febrero la vez que me agarraste la mano y no la soltaste durante horas. Era noche de febrero cuando morí de frío en el momento en el que el reloj dio las diez y tuve que buscar cobijo en ti; un cobijo en el que al principio me vi abocada, pero en el que morí nada...
Hay días que todavía me acuerdo de ti, que nuestra canción suena en mi coche y no soy capaz de darle al botón "siguiente" porque siento que te abandono a ti también. Hay días que todavía recuerdo y siento tu olor en mi ropa, que me pongo esa blusa verde que tanto me gustaba y que miro todas las fotos...