Time to say goodbye
Tuve que poner punto y final y cerrar el libro. Tuve que dejarme de puntos y a parte y de volver a abrir el ejemplar por si se me había pasado algo por alto.
Ese era el problema, porque ya sabes que a mí me gusta releer la misma historia una y otra vez.
En realidad no era un problema, puesto que conseguiría apartar de mí el daño que en ocasiones resultó ser irreparable. Pondría tierra de por medio en esta guerra de locos y empezaría a construirme de nuevo. Pero es que hasta las flores en invierno me hablan de ti, y otra vez comienza ese círculo vicioso al que estoy sometida.
No puedo más con esta historia, porque cuando creo que ya esta terminada llegas tú con tus aires de grandeza y con esa locura en los labios y terminas por desmantelarlo todo. Contigo siempre tengo la sensación de que todavía me queda algo por decir.
Ojalá todo fuera más fácil y tú no fueras así. Ojalá tu codicia no le ganara lugar al ese corazón que yo sé que escondes en alguna parte. Ojalá me quisieras de verdad y si tapujos. Ojalá tuviéramos otra oportunidad para ti y para mí, sin el mundo de por medio. Otro imposible.
Aprender a querer no tiene libro de lección, ni ejercicios de repaso ni examen final. La prueba está en si cuando me miras, respirar deja de ser lo principal. Pero ya ves, no todo es tan simple. Tú tan sólo le eres fiel al viento, y yo, de alguna forma u otra soy presa de ti, de tu sonrisa y de todo lo que me haces sentir aunque no quiera.
Espero que algún día vuelvas para decirme que sí que te enamoraste de mí pero que tu cobardía ganó la batalla.
Me sentiré mejor sabiendo que al menos sí hice algo bien.
Te quiero, como no he querido a nadie y sin el propósito de hacerlo. Te quiero aunque estés en la otra parte de la vía, aunque seamos polos opuestos y aunque tú no seas de nadie y a la vez de todas. Te quiero porque así me enseñó la vida y el corazón a hacerlo. Y aunque tú no me quieras, estarás ahí, en un cajón de mi vida, por si algún día, en esta vida o en otra decides salir para saldar las cuentas pendientes.
De nuevo, te quiero. Hasta pronto.
Majestad.